Definición de Contención Social y Jurídica

La contención social y jurídica son dos conceptos fundamentales en la estructura y funcionamiento de una sociedad. Ambos se entrelazan para mantener el orden, la seguridad y el bienestar general, pero se diferencian en los enfoques que utilizan: uno se basa en medidas sociales y el otro en el marco legal.

Contención Social:

La contención social se refiere a un conjunto de medidas y prácticas implementadas por el Estado para garantizar la convivencia pacífica y el desarrollo armonioso de los ciudadanos. El Organismo Gubernamental. (2003) afirma que la contención social es : "Toda acción asistencial del Estado, que efectivice los derechos y garantías constitucionales en aquellos ciudadano que estén excluidos de su goce y ejercicio por condiciones de pobreza o indigencia" (p.1).

Este concepto abarca una amplia gama de aspectos, desde normas y valores compartidos hasta programas y políticas comunitarias. Es decir, las personas están constantemente expuestas a diversas tensiones y presiones, tanto internas como externas, que pueden llevarlas a cometer actos delictivos. No obstante, es crucial destacar que la contención social juega un papel fundamental en la eficaz prevención de este comportamiento criminal.

La contención social se puede entender como un conjunto de obstáculos y elementos que frenan la transgresión de las normas sociales y legales por parte de los individuos. Estos obstáculos pueden adoptar diversas formas, como la conexión con figuras de autoridad en la sociedad, la presencia de valores y creencias que refuerzan el respeto por la ley, o incluso la existencia de redes de apoyo social que fomentan comportamientos positivos. En resumen, la contención social actúa como un contrapeso esencial frente a las tensiones y presiones constantes a las que están sometidos los individuos, siendo un elemento protector que desalienta la inclinación hacia la delincuencia. En este sentido, la teoría de la contención social proporciona una perspectiva amplia y esclarecedora sobre los mecanismos que influyen en el surgimiento y la prevención de la conducta delictiva en las sociedades contemporáneas. La contención social se refiere a la capacidad de una persona para resistir influencias negativas y adherirse a las normas y valores establecidos por la sociedad.

En el corazón de la contención social se encuentra la idea de que una sociedad funcional requiere la participación activa y el compromiso de sus miembros. Esto implica la internalización de normas éticas y cívicas que guíen el comportamiento individual hacia el bien común. La educación juega un papel crucial en la transmisión de estos valores, ayudando a formar ciudadanos conscientes de sus derechos y responsabilidades.

Los programas comunitarios también son parte integral de la contención social. Estos pueden abordar diversas áreas, como la prevención de la violencia, la promoción de la salud mental o el apoyo a grupos vulnerables. La contención social, en este sentido, busca crear un entorno que fomente la inclusión y reduzca los factores que contribuyen a la discordia social.

Imagen 1: Sociedad funcional

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Contención Jurídica:

Por otro lado, la contención jurídica se centra en el uso del marco legal y las instituciones jurídicas para mantener la cohesión social y resolver disputas. "La ciencia jurídico penal tiene por principal función proyectar la contención jurídica del poder punitivo" (Zaffaroni, 2018, p.12). Aquí, las leyes y regulaciones desempeñan un papel fundamental al establecer estándares claros de comportamiento y proporcionar un marco para la resolución de conflictos.

La contención jurídica, un concepto de gran relevancia en el ámbito legal, puede ser definida como el conjunto de medidas tomadas por los tribunales y las autoridades legales con el fin de asegurar que las decisiones y acciones de individuos o entidades se ajusten a las normas y leyes en vigor. Su propósito fundamental es prevenir enérgicamente comportamientos o acciones que puedan poner en peligro la estabilidad, la justicia y el orden social.

En esencia, la contención jurídica se enfoca en garantizar que tanto las personas como las entidades se sometan y respeten las leyes y regulaciones establecidas en un país o jurisdicción específica, con el objetivo de preservar la paz y el bienestar colectivo de la sociedad en su conjunto. A través de este enfoque, la contención jurídica se posiciona como un pilar esencial para mantener un estado de legalidad y justicia en cualquier entorno sociopolítico. Al establecer un marco jurídico sólido, esta contención no solo asegura la igualdad de todos ante la ley, sino que también garantiza una convivencia pacífica y equitativa en la sociedad, fomentando así la armonía y el progreso. En consecuencia, la contención jurídica se convierte en la base de una sociedad ordenada y democrática donde se respeta y cumple el imperio de la ley.

La contención jurídica abarca áreas como el derecho penal, civil y administrativo. El derecho penal establece las normas que prohíben conductas perjudiciales para la sociedad, mientras que el derecho civil regula las relaciones entre individuos y entidades privadas. Por último, el derecho administrativo aborda las acciones del gobierno y las entidades públicas.

El acceso a la justicia es un componente esencial de la contención jurídica. Garantizar que todos los ciudadanos tengan la capacidad de buscar remedios legales cuando se sientan agraviados es fundamental para mantener la equidad y la justicia. La contención jurídica también implica la imposición de sanciones legales a aquellos que violan las leyes, contribuyendo así a disuadir comportamientos perjudiciales.

Imagen 2: Justicia

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Interrelación entre Contención Social y Jurídica:

Estos dos conceptos no existen de manera aislada; más bien, se complementan mutuamente. La contención social proporciona el contexto y la base ética sobre la cual se construyen las leyes y regulaciones. Por ejemplo, las normas sociales contra la violencia son reflejadas y respaldadas por leyes penales que prohíben el comportamiento violento.

A su vez, la contención jurídica contribuye a la contención social al proporcionar un marco estructurado para resolver disputas y mantener la cohesión. Las leyes actúan como guías que definen los límites aceptables de comportamiento en la sociedad. Cuando se aplican de manera justa y equitativa, refuerzan la confianza en el sistema legal y fortalecen la contención social.

Ambas formas de contención son esenciales para el bienestar de una sociedad. Mientras que la contención social se enfoca en la prevención y la formación de ciudadanos conscientes, la contención jurídica se encarga de la respuesta a violaciones de normas establecidas y la protección de los derechos individuales. (Marulanda, 2021).

La contención social y jurídica son dos caras de la misma moneda en la construcción y mantenimiento de una sociedad funcional. La combinación efectiva de ambas proporciona un entorno en el que los individuos pueden coexistir pacíficamente, con normas claras, justicia equitativa y oportunidades para el desarrollo personal y colectivo.